domingo, 19 de septiembre de 2010

lunes, 13 de septiembre de 2010

Poemas al Guadalquivir

En la cuna de Cazorla hay una lápida con un soneto de los hermanos Serafín y Joaquín Álvarez Quintero, que saludan y describen el siempre prodigio de la vena brotante y prolongada por el mundo andaluz.

“¡Detente aquí viajero! Entre estas peñas
nace el que es y será Rey de los ríos
entre pinos gigantes y bravíos
que arrullan su nacer y ásperas breñas.”















foto japeinadomarfil

Antonio Machado
“Un borbotón de agua clara
debajo de un pino verde.
Eras tú. ¡ Qué bien sonabas !”

Don Luis de Góngora
“Rey de los otros, río caudaloso,
que, en fama claro, en ondas cristalino,
tosca guirnalda de robusto pino
ciñe tu frente, tu cabello undoso,
pues dejando tu nido cavernoso
de Segura en el monte más vecino
tuerces soberbio, raudo y espumoso.”

“Gran río, gran rey de Andalucía,
de arenas nobles ya que no doradas”















foto japeinadomarfil

Ricardo Molina

“Al Alba
la luz nace del agua.
Guadalquivir la trae
pálida.
Empieza siendo un beso,
un ala,
que acaricia y desvela
el alma
de Córdoba dormida,
de Córdoba callada”

“Crecido viene el río como mi corazón”















foto japeinadomarfil
Ar-Rusäfï
Entre orillas pendientes, se diría
que nace de una perla por su pureza.
A la tarde, las grandes arboledas
lo cubren con su sombra
que da a las aguas un color de herrumbre.
Azul, con la túnica oscura,
es como un guerrero tendido
a la sombra de su bandera.















foto japeinadomarfil


Federico García Lorca
Baladilla de los tres ríos
A Salvador Quintero

El río Guadalquivir
va entre naranjos y olivos
Los dos ríos de Granada
bajan de la nieve al trigo.

¡Ay, amor,
que se fue y no vino!

El río Guadalquivir
tiene las barbas granates.
Los dos ríos de Granada
uno llanto y otro sangre.

¡Ay, amor,
que se fue por el aire!

Para los barcos de vela,
Sevilla tiene un camino;
por el agua de Granada
sólo reman los suspiros.

¡Ay, amor,
que se fue y no vino!

Guadalquivir, alta torre
y viento en los naranjales.
Dauro y Genil, torrecillas
muertas sobre los estanques.

¡Ay, amor,
que se fue por el aire!

¡Quién dirá que el agua lleva
un fuego fatuo de gritos!

¡Ay, amor,
que se fue y no vino!

Lleva azahar, lleva olivas,
Andalucía, a tus mares.

¡Ay, amor,
que se fue por el aire!